jueves, 14 de febrero de 2008

El concejal corrupto (un problema de ciencia ficción)

Usted es un concejal honesto que se sienta en la oposición. Muchos votantes ingenuos depositaron su confianza en el Partido X en las últimas elecciones municipales. La principal razón que les movió a votarles fue la promesa de un bonito parque público en su barrio (¡lo necesitaban!). Ahora, un año después, los otros vecinos se enteran que la zona verde ha sido recalificada y, en vez de un parque, van a construir un moderno edificio de oficinas, que mide cincuenta pisos, que oscurece toda la zona y que, por añadidura, se dedican a la experimentación nuclear en fisión atómica de alta radiación.

Los vecinos en tromba, con pancartas y estado de ánimo alterado, con una mínima organización derivada de algunos líderes improvisados, acuden al pleno del Ayuntamiento donde se va aprobar el proyecto urbanístico. Su partido va a atacar pero, ¿cómo distinguir un buen ataque de un mal ataque? Éste es el problema.

Gracias a la colaboración de los vecinos (antes ingenuos, ahora indignados) han descubierto que el concejal de urbanismo, que es quien se ha embolsado la comisión millonaria por parte de la empresa nuclear, es una persona poco ejemplar. Es decir, no sólo ha sido capaz de traicionar a sus votantes, sino también goza de un extenso currículum de irregularidades:

a) Existen precedentes de otros casos, menores pero que sin duda también le han reportado beneficios a costa de perjudicar el bien común.
b) Está compinchado con algún otro miembro del Consistorio, no se trata del propio alcalde, lo más probable es que sea otro concejal (el de Medio Ambiente, probablemente, sea el que haya tenido que hacer la vista gorda ante los negocios del de Urbanismo).
c) Da muestras externas de una holgada posición económica.
e) Es excesivamente arrogante y alguna vez ha tratado con desprecio a otros vecinos
f) Ha contratado, con cargo a las arcas municipales, a parientes, amigos y líos sentimentales más o menos conocidos

Normalmente, todas estas cosas se saben. Es decir, todos estos puntos están recogidos por los vecinos. Analizados y documentados son una buena base para un ataque. Si todo esto se hace público, el resto de la población entenderá que el personaje que rige la concejalía de urbanismo no es una persona a la que uno quisiera tener por vecino, que sus malas acciones afectan a toda la población y que la queja de los afectados es justa.

En el pleno del Ayuntamiento, el alcalde ha dado a usted la palabra. Los vecinos y la prensa esperan que usted para que intervenga. Todo el mundo quiere medir la talla de la oposición. Es la hora de realizar el ataque.

1. ¿Cómo piensa hacerlo? ¿Cuáles son sus directrices? ¿A qué estrategia corresponde?
2. Indique qué habrá negociado con los vecinos en las reuniones previas para que su ataque tenga el mayor efecto posible.

(Dificultad: alta)

No hay comentarios: